La Ciudad

El presidente del Banco Provincia y un regalo especial para Florencio Aldrey

Juan Cuattromo le obsequió un cuadro del artista plástico Felipe Giménez tras ser declarado ciudadano ilustre y en el marco del 150° aniversario de la ciudad.

El presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo, se sumó a las felicitaciones al empresario Florencio Aldrey tras ser declarado ciudadano ilustre de Mar del Plata. Y lo hizo de una manera particular: le obsequió un cuadro del artista marplatense Felipe Giménez.

Con foco en Mar del Plata, el reciente festejo de sus 150 años y el rol emprendedor de Florencio Aldrey, Giménez logró plasmar mediante su estilo la mayoría de los símbolos de la ciudad. La playa, las lanchas amarillas, los lobos marinos, las vacaciones, el mar, las salidas, el entretenimiento, la gastronomía, el Hermitage Hotel, el Paseo Aldrey y el diario LA CAPITAL aparecen representados en la pintura con fondo rojo.

En la dedicatoria, Felipe Giménez titula la obra como “Mar del Plata, la ciudad de todos” y agrega: “La Feliz, 150 años dibujando la sonrisa de los argentinos. Con afecto para un gran hacedor para que eso sea posible: Don Aldrey Iglesias. Con afecto, Felipe Giménez”.

El obsequio del presidente del Banco Provincia incluye una nota escrita por Felipe Giménez en la que destaca el significado que tiene la ciudad para todos los argentinos. “En honor a su nombramiento como ciudadano ilustre de Mar del Plata, le hacemos llegar esta obra de Felipe Giménez, artista marplatense que representa la ciudad feliz de nuestra provincia”, destaca Cuattromo.

La carta enviada por Giménez se titula “Mar del Plata, la ciudad de los vínculos infinitos” y tiene el siguiente texto:

“Si yo hubiera nacido en la Patagonia, habría pintado el viento y sus fantasmas, pero como nací en Mar del Plata pinto gente y sus circunstancias. Mar del Plata no es de nadie porque es de todos, hasta de los que no viven en ella. Mar del Plata es un sueño, es una marca, es difícil de definir. Lo que sí es fácil de acordar es que Mar del Plata es de los argentinos, es la ciudad más nacional que existe. Y los que vivimos en ella lo sabemos y lo tenemos naturalizado. Vivimos en la ciudad en que casi el total de los argentinos tiene alguna anécdota personal o familiar con ella. Lo que sí es fácil de acordar es que a Mardel se la asocia con el tiempo libre, con el jugar, con el mar, con las nubes, con el sol, con el café, con la noche, con el encuentro, con la multitud, con la amplitud. Mar del Plata es mucho de todo: hay mucha arena, hay muchas rabas, hay muchos autos, hay muchas ganas de disfrutar, hay muchas ganas de pisar la arena, hay muchas ganas de atravesar la noche, de que el mar sane las contracturas del alma y el cuerpo, Mar del Plata es mucho de todo.

Mar del Plata es la ciudad de los vínculos infinitos. Es la ciudad donde se busca el juego, lo inesperado, lo extrañado, lo deseado, el descanso, el encuentro. Es la ciudad que todos te cuentan que es de ellos también.

Creo que el frío cómplice y salvaje del invierno, la generosidad del mar, las multitudes de sonrisas anónimas que llegan en bandada cada verano, que el silencio de las sierras, la nostalgia enriquecida de Chapadmalal, las mesas sin tiempo de sus cafés hacen que Mar del Plata sea elegida transversalmente y desde el corazón. Sea por un día, por un mes, para vivir, para perderse, para recordarla sin conocer.

Si hay algo en lo que se ha convertido Mar del Plata en estos 150 años, es en un Faro que ilumina la sonrisa de los argentinos”.

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